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CBD MAGAZIN
CBD MAGAZIN
El cannabis medicinal es percibido por muchos como un alivio. Sin embargo, muchos no saben que en los medicamentos a base de cannabis no solo actúa el THC, sino también el CBD como ingrediente activo. Diversos estudios han investigado cómo se complementan el THC y las gotas de CBD, y qué beneficios surgen para una terapia con cannabis medicinal.
El cannabis medicinal se refiere al uso de la planta de cannabis y sus componentes extraídos con fines médicos. Contiene ingredientes activos que los científicos denominan cannabinoides, siendo el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) los más conocidos. El THC es responsable de los efectos psicoactivos del cannabis y tiene propiedades, entre otras, analgésicas, mientras que el CBD no tiene efectos intoxicantes y es apreciado por sus propiedades calmantes. El cannabis medicinal se ofrece en varias formas, incluyendo aceites, cápsulas, tinturas, ungüentos y a veces también como flores secas para fumar o vaporizar.
El uso de cannabis medicinal se da en una variedad de enfermedades y síntomas como el dolor crónico, la espasticidad en la esclerosis múltiple, las náuseas y vómitos en la quimioterapia y en algunos casos en convulsiones epilépticas difíciles de tratar. La utilización del cannabis medicinal, así como su eficacia y seguridad, continúan siendo investigadas. En muchos países, se requiere una prescripción médica para obtener y usar legalmente el cannabis medicinal.
El cannabidiol juega un papel significativo en la aplicación terapéutica de la planta. A diferencia del tetrahidrocannabinol, el componente psicoactivo del cannabis, las gotas de aceite de CBD no tienen efectos intoxicantes. Médicos como el experto de Harvard, Peter Grinspoon, valoran el CBD por sus potenciales beneficios para la salud, especialmente por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas, ansiolíticas y anticonvulsivas. El aceite de CBD se utiliza en medicina en una variedad de condiciones, incluyendo el dolor crónico, los trastornos de ansiedad, la epilepsia y para aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia como las náuseas.
Curiosamente, el CBD interactúa con el sistema endocannabinoide (ECS) del cuerpo, una compleja red de receptores que juega un papel clave en la regulación de varias funciones corporales. A través de esta interacción, el aceite de CBD puede contribuir a restaurar el equilibrio en el cuerpo y, por lo tanto, influir positivamente en varios problemas de salud. La investigación sobre el aceite de CBD y su potencial en la medicina está en constante evolución, y aunque hay resultados prometedores, se sigue investigando cómo y en qué medida el aceite de CBD puede ser efectivo y seguro en el tratamiento médico.
El cannabidiol como componente del cannabis medicinal tiene una serie de efectos. Ten en cuenta que aquí se habla de medicamentos, y no de productos de estilo de vida. Entre los efectos más notables del CBD, según se publicó en una investigación de los expertos en cannabis Iffland y Grotenhermen, se incluyen:
El cannabidiol puede mitigar los efectos psicóticos causados por el tetrahidrocannabinol. Mientras que el THC es conocido por provocar efectos psicoactivos que pueden llevar a cambios en la percepción, el estado de ánimo y el comportamiento, el CBD actúa en contra de estos efectos. El aceite de CBD interactúa con el sistema endocannabinoide del cuerpo de una manera que puede atenuar los efectos psicoactivos del THC. Afecta a ciertos receptores en el cerebro responsables de los efectos psicotrópicos del THC, reduciendo así el riesgo de ansiedad, paranoia y otras reacciones psicóticas asociadas con el consumo de THC.
Esta propiedad de las gotas de CBD es especialmente importante en la aplicación médica del cannabis, ya que permite aprovechar los beneficios terapéuticos del THC, como la analgesia y la reducción de la inflamación, sin tener que soportar efectos psicoactivos no deseados. Este equilibrio entre CBD y THC en el cannabis medicinal permite tratar de manera segura a un espectro más amplio de pacientes, especialmente a aquellos que son sensibles a los efectos psicoactivos del THC.
Un estudio publicado en la revista Neuropsychopharmacology investigó si aumentar el contenido de CBD en el cannabis podría reducir sus efectos dañinos. En total, 46 consumidores ocasionales de cannabis participaron en un estudio doble ciego y aleatorizado, en el cual se vaporizó e inhaló cannabis con diferentes contenidos de CBD. Los participantes recibieron preparados de cannabis que contenían 10 mg de THC combinados con 0 mg (0:1 CBD:THC), 10 mg (1:1), 20 mg (2:1) o 30 mg (3:1) de CBD.
La medida principal del estudio fue el cambio en la memoria verbal diferida, medida con la Hopkins Verbal Learning Task. Las medidas secundarias incluyeron cambios en la gravedad de los síntomas psicóticos (medidos con la Positive and Negative Syndrome Scale [PANSS]), así como otros efectos cognitivos, subjetivos, placenteros, farmacológicos y fisiológicos. También se midieron las concentraciones plasmáticas de THC y CBD.
El estudio encontró que el THC (relación 0:1) deterioró la memoria verbal diferida y provocó síntomas psicóticos positivos. Estos efectos no fueron modulados significativamente por ninguna de las dosis de CBD. Tampoco hubo evidencia de que el CBD modulase los efectos del THC en otras medidas cognitivas, psicóticas, subjetivas, placenteras y fisiológicas. Se observó una relación dosis-respuesta entre la dosis de CBD y la concentración plasmática de CBD, sin afectar las concentraciones plasmáticas de THC.
Un estudio (Zeyl, Sawyer & Wightman, 2020) realizó una revisión sistemática de la literatura para determinar qué relaciones THC:CBD se seleccionan en estudios clínicos de cannabis y qué justificaciones se dan para ello. De 479 referencias únicas, 11 cumplieron los criterios de inclusión. El estudio analizó investigaciones clínicas que contenían productos con THC y CBD y que especificaban sus relaciones, porcentajes o cantidades ponderadas. Se excluyeron reportes de casos, resúmenes, revisiones y metaanálisis, así como estudios no realizados en humanos o con fines no terapéuticos o que investigaban productos farmacéuticos de cannabis aprobados.
Las relaciones identificadas de THC:CBD variaron desde 1:0, 22:1, 2:1, 1:1, 1:2, 1:6, 1:9, 1:20, 1:33, 1:50 hasta 0:1. A menudo, la elección de la relación no se justificaba detalladamente o se trivializaba como las proporciones disponibles para los pacientes en la región o como las relaciones farmacéuticas disponibles en el país del estudio. Un estudio comparó relaciones altas y bajas de THC:CBD sin especificar las relaciones exactas. La conclusión del estudio fue que la comunidad médica y científica aún no ha llegado a conclusiones sustanciales ni ha investigado a fondo las relaciones THC:CBD para la "mejor práctica" en el tratamiento de diferentes procesos de enfermedades y sus secuelas. Aunque hay evidencia de que el cannabis ofrece beneficios médicos, falta investigación para estandarizar el uso del cannabis médico en la práctica médica moderna.
El potencial del CBD en el cannabis medicinal como fuente de energía y renovación en la medicina moderna es considerable. El cannabidiol, un componente no psicoactivo del cannabis, es valorado por su capacidad de abordar energéticamente diversos problemas médicos sin provocar los efectos secundarios del THC. Desafortunadamente, aún hay pocos estudios disponibles, por lo que es necesario intensificar la investigación.